Hace unos días estuve en Salamanca para arreglarme un poquito la vista, ustedes ya saben, por aquello de parecer más.............y me tropecé con un oftalmólogo, que aún llamándole a las cosas por su nombre, utilizó conmigo un lenguaje de la Tierra, como yo digo, en un tono coloquial y amable.
Así que se me ocurrió darle las gracias con lo que mejor se hacer yo...............con un poema que explica un poco a mi manera, lo que hizo con mis ojos y con sus manos.
D. Juan Ignacio González Ramos...............Así se llama el doctor, y en Salamanca está su ciencia y su saber............En la Tierra de los Poetas y Literatos.
La luz es algo distinto
distinto y muy especial,
es ver a través del mundo
tu interior…
eso que siempre fue,
y que no supiste ver
porque no pudiste mirar.
eso que no viste jamás,
aquello que estaba triste
sin color…
o con un color apagado,
ceniciento como el humo
y ahora brilla como el cristal.
Y por ser sería mil cosas
una barca en pleno mar,
una barca con dos remos
que necesita…
dos faros que sean amigos,
para alumbrar el camino
y así, poder navegar.
Esos faros son mis ojos
y los remos, doctor…su buen obrar,
ese que un día me trajo hasta aquí
y me enseñó… que sin ver,
no se podía navegar.
Lía
Mil gracias doctor. De parte de Dios, de la Poesía y de mi Alma, reflejados en ese mar que controlan sus manos, su ciencia y su buen obrar.
¡Cuánto me alegra que haya sido en esta tierra donde encontrado la luz que necesitabas! Disfruta de la vida y de sus colores. Luego están los demás, como ese Doctor, Juan Ignacio González Ramos, que encendió, de nuevo, la luz para ti. Ya sabes que por aquí se te quiere -entre versos. Un beso para ti, los tuyos y esas tierras bercianas.
ResponderEliminarCarlos, cuando ya te habías olvidado de como brillaban los colores, y no conocías la claridad con que la Naturaleza te ofrecía todos los días sus amores..............De pronto viene un ángel y te lo pone delante.
ResponderEliminarTe enciende una linterna que había dentro de tí...Pero que tenía sus pilas carbonizadas, y te preguntas:
¿Será un milagro???. Y fueron las manos del doctor Juan Ignacio González Ramos las que obraron el milagro.
Gracias a Dios, al doctor y a tu tierra, Salamanca............que fueron los artífices del milagro.
Un abrazo para tí y para toda la panda.