Puesto que hoy es el día de la Luna Azul, y mi amiga Mercedes me ha cedido esta foto preciosa, os envio un poema al lado de su imagen.
LA LUNA GRANDIOSA
Voló La Luna grandiosa
grande y un tanto azulada,
con su cara algo traviesa
y su barbilla afilada.
Sobrevoló la montaña
y se instaló en tu almohada,
recorrió tu salón
y se quedó...
a dormir en tu casa.
El chacal que se enteró
se enfadó...y aullaba,
quería ver a La Luna... cerca
cerquita de su montaña.
Y el monte que le ayudó
a ese chacal que lloraba,
se fue a buscar a La Luna
y regresó con ella,
a su cielo...
a su montaña...aquella noche,
mágica y azulada.
LA LUNA GRANDIOSA
Voló La Luna grandiosa
grande y un tanto azulada,
con su cara algo traviesa
y su barbilla afilada.
Sobrevoló la montaña
y se instaló en tu almohada,
recorrió tu salón
y se quedó...
a dormir en tu casa.
El chacal que se enteró
se enfadó...y aullaba,
quería ver a La Luna... cerca
cerquita de su montaña.
Y el monte que le ayudó
a ese chacal que lloraba,
se fue a buscar a La Luna
y regresó con ella,
a su cielo...
a su montaña...aquella noche,
mágica y azulada.
Lía
La Luna se emocionó cuando vio que de ella te acordabas, y prometió que te haría un regalo.................Acuérdate de ella hoy, y pídele un deseo................. Lo dejará despacito en el cojín de tu almohada.
Que se cumplan todos sus deseos en esta noche distinta mágica.
La poesía es preciosa. Yo tengo el tema poético un poco abandonado, ya sabes que prefiero el relato.
ResponderEliminarLa foto... simplemente me encanta. Me sugiere muchas cosas para escribir.
Por cierto, tengo más material para leer, si te ves con ganas.
Un abrazo.
Vidal
¡Hola Vidal!!!.
ResponderEliminarClaro que me encuentro ya con ánimo para leer lo tuyo. ¡Faltaría más!!!. Es qu eestos días no estuve en casa, pero ya volví y con ganas de ver a la gente.
Gracias mil por leer mi obra, y de verdad que existen los lobos. Esta noche pasada los oí yo aullar desde la casa donde dormí en Los Picos de Europa.
Un abrazo chico.
Querida Lía,
ResponderEliminaryo no recordé la noche de la Luna azulada y por tanto no le pedí ningún deseo, pero al leer tu poema oí aullar al Lobo y vi la Luna entrar por la ventana y aunque ya no la vea tan azulada, estoy segura que me dejó algo en la almohada, tu amistad en este poema a ella.Veo que has pasado unos días en los Picos de Europa, que según tengo entendido son maravillosos, de modo, que me alegro muchisimo y espero que los disfrutaras y de ellos nazca algún que otro poema que nos haga trasladarnos allí a los que no podemos. Un abrazote lleno de amor y amistad, bella poeta.