Con la muerte de un poeta
el color aguamarina,
recoge todos sus sueños
y los coloca en el mar,
y les pone una caricia
para que bailen las olas,
la brisa y el viento unidos
la espuma les ponga forma,
las mil formas
que fueron toda su vida.
Y el sonido quedó impreso
en papel de seda fina,
y las notas dibujaban
arabescos de colores,
con el agua
azulada y trasparente,
mil y una maravillas.
Una de ellas descubrió
el sentir que la envolvía,
y La Tierra cantó alegre
mil canciones,
al poeta y a su vida
que fueron como un regalo,
un regalo de victoria
y como fondo,
una dulce melodía.
Lía
La melodía es la que sueña el poeta, a la cual La Tierra, en su empeño por nacer, un jardín le buscaría.Y con el tiempo ese jardín dio flores. La forma en que La Madre Tierra se lo agradecía.
Mi homenaje particular a Miguel Hernández.