lunes, 8 de febrero de 2010

Espejo de la Bravura

Aguerrido Caballero
con espada y con montura,
de brillante empuñadura
y el rostro como el acero.
Corazón noble y sincero
espejo de su bravura,
debajo de su armadura
un templario justiciero.
Y por si tiene que haber
arte, ley y blasón,
nos dejaron gran querer.
Poderío y corazón
un castillo y un poder,
y seña en el torreón.
Lía
Un castillo y un templario tenemos en nuestra Tierra. Fortaleza que fue en otros tiempos de cruzadas y caballeros. Ahí tenemos sus blasones, su linaje y abolengo. Todo ello hoy restaurado, en el marco de una Ponferrada moderna.
Aquellos fueron otros mensajes, los que traían los Caballeros, con la Tau en sus escudos. Santo y seña que fue de los Templarios de aquellos tiempos.

2 comentarios:

  1. El arte de la guerra no lo contemplo altivo.
    Se deduce de ello que en el interior algo chirria.
    Apostemos por la defensa del bien
    y la invulnerable integridad del ser.

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  2. Tú lo has dicho. Todo lo que va contra la vulnerabilidad de la persona es odioso, y más la guerra.
    Yo simplemente reflejo en mi poema los blasones y linajes de nuestra tierra. Y por si el mundo no sabe, que a través de mi poema contemplen que ya en tiempos de los templarios, Ponferrada era cabecera y cuna de grandes linajes, con el poder y la fuerza que da esta Tierra.
    Para nada contemplo yo las historias y las guerras que se traían los templarios en aquellas épocas.
    Un abrazo.

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