Una Rama Desprendida

Una rama se rompió
porque el viento la movía,
del sauce lloroso y triste
que en un instante quedó
solo y sin compañía,
porque un viento le sopló
le hizo daño,
y la dejó desprendida.

Y vió como se rajaba
y como estaba malherida,
como la hierba lloraba
y su verde desaparecía
como se secaba el cielo,
sin poder llorar su pena
porque ya,
lágrimas no tenía.

Y como ya no le quedaban
ni lágrimas ni compañia,
le pudo la tristeza errante
se le secó el corazón,
y una parte que fue de él
se convirtió,
en pura melancolía.

Pero el tiempo pasó largo
y fue sanando la herida,
ya no quería llorar
su color se lo prohibía,
el cielo, un azul brillante
quitaba las impurezas
y en su corteza,
cicatrizaba su herida.

Y pasó otro poco tiempo
y la herida no se veía,
el Sol calentaba sus ramas
y sus hojas renacieron,
igual que la noche al día,
el verde hierba a su lado
reían las margaritas,
y las violetas quitaban
lo triste de las postillas.

Y así sanó su corazón
y al tiempo sanó su herida,
pero una marca en su piel
recuerda su melancolía,
de aquello por lo que el viento
quiso cambiarle,
aquella parte que fue
la mejor de toda su vida.

Lía

Cuando la vida se tuerce y se le produce una herida, es muy difícil sanarla. Siempre habrá algo que te recuerde que tu corazón era noble y se atentó contra lo que más querías.
Contra tus sentimientos mal se puede atentar. Pero ¡ojo!. ¡Que será del que atente contra La Vida!!!.