viernes, 13 de agosto de 2010

Sería...........Segunda parte.


Se puso a charlar conmigo. Me contó una historia de su abuela increible. Luego me preguntó si yo sabía algo de como se ponía aquello de la quimio...
-Hombre, yo hice dos años de A.T.S. Algo se...
-¡Ah, bueno! Entonces estamos salvados. Dime cual de las dos bolsas hay que poner primero.
-La del NOVOVAN. Le dije. Es el protector de estómago, pero aquí lo hacen siempre al revés y me revientan el estómago.
Entonces va y me dice:
-Si ya les digo yo que hay que preguntar primero.
Verán yo no salía de mi asombro. No daba crédito a lo que estaba viendo y oyendo. Pero por contra estaba muy tranquila. Era como si allí hubiera algo que ... y lo que estaba pasando fuera normal.
-¿Y la vía, dónde te la cojo?.
Pues no se, porque tengo los brazos molidos ya de tanto pinchazo. Donde quieras.
-Bueno pues entonces aquí, y así no nos equivocamos. Aquí, era la vena de la articulación del codo.
Al desenredar los cables se le cayó la aguja al suelo, la cogió, le pasó los dedos por encima y me dijo
-¡Menos mal que estaba en la funda!!!. No pasa nada.
-Y tú ¿Qué tal eras cogiendo vías cuando estabas estudiando?.
Yo siempre fuí buena para todo. Le contesté.
-¡Bueno, vale...........!!!. Me dijo.
Me puso el NOVOVAN mientras seguimos charlando y luego conectó la bolsa de la quimio. Pero la pinchó mal, porque no sabía por donde se pinchaba, y se cayó una parte del líquido al suelo. Lo miró y me dijo:
-Bueno será que esa sobraba. No te preocupes.
Y como me vio nerviosa (no era para menos), me dijo:
-Mira vamos a hacer una apuesta. Si esta quimio te sienta mal y te pones tan malita como con las otras, cuando estés mejor, te pago una cena y un café. Pero si te sienta bien y no te enteras, me tienes que pagar tú a mí un café. ¡Vale?. Pues que no se te olvide.
En eso quedamos al final.
Cuando se terminó la quimio , quitó la vía, recogió lo mejor que pudo los cables... y no los tiró a la papelera, se los llevó con él (Cosa que también me extrañó).
Me dio un beso, se despidió de mí y volvió al ratito para ver como estaba.
Yo estaba divinamente bien y medio dormida ya. No había vomitado nada, no me dolía en ningún sitio y lo vi entre sueños como desaparecía tras la puerta con aquella sonrisa de niño chico que tenía.
Antes de marchar me dijo:
-Adios mi niña. Y no te olvides del café.

A la mañana siguiente me desperté perfectamente bien. Me levanté y me disponía a marcharme cuando me acordé de Javier. Me fuí directamente a recepción de planta y pregunté por él.
Me miraron como si viniera de otro mundo y me dijeron que allí no había nadie con ese nombre.
-Ya se (les dije), pero estaba ayer por la tarde noche y me puso a mí la quimio. Era un chico.............
-Perdone pero la quimio se la puse yo.
La del yo, era la enfermera que estuvo todo el rato quieta a los pies de la cama.
-¿Cómo?. Perdone, pero no hay en el hospital alguien, algún A.T.S. o celador o médico que se llame así???.
-Pues no. Y me seguían mirando raro.
Me quedé de piedra. Pero no dije más. Recogí mis cosas y me fuí sin que me dieran el alta. Antes de salir busqué en la cafetería por si me estaba esperando allí, pero no había nadie que se le pareciera.
Ese mes lo pasé divinamente bien y un tanto nerviosa. ¡Estaba deseando que llegara la fecha del siguiente ciclo para buscar a Javier y que me la pusiera él otra vez. Es más creí que ya estaba curada del todo.
Llegó el mes siguiente y cuando volví (era el último) lo busqué por todo el hospital. Pregunté a las enfermeras, a los celadores, a los médicos y hasta a los enfermos. Pero nadie lo había visto ni lo conocían de nada. era como si se lo hubiera tragado la tierra.
Me pusieron el último ciclo, y como siempre, los medicamentos al revés y otra vez me reventaron todo el organismo, y casi me muero.
Pero como ya era el último, aguanté y me fuí buscando a Javier sin encontarlo.
Lo he medio contado en dos libros que escribí, por si alguien lo conocía. Pero hasta ahora no lo he encontrado.
Y hoy después que vi en la tele a un señor que encontró a una persona que le salvó la vida después de dos años que llevaba buscándolo, se me ha ocurrido, no se por qué, que a lo mejor ustedes que son mis amigos, podrían ayudarme a encontrarlo.
Javier es A.T.S. según me dijo, aunque no sabe mucho de eso (la verdad), muy guapo y tiene manos de Ángel.

Si alguien lo conoce, o lo ha visto, por favor que me diga donde está. Por lo menos tendré que pagarle el café, darle las gracias y un grandísimo abrazo.

Lía

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