A la puerta de mi jardín
se acercó una mariposa,
llamó con sus alas chicas
con su porte salerosa,
aunque un poco tiritona
por el frío...
volaba y volaba, ociosa.
Sus alas se entrelazaban
su vuelo, como las rosas,
ponía dulces fragancias
en la mente, a las personas,
que juegan a ser felices
con una felicidad...
que vende al par ambas cosas.
Vende rosas y fragancias
para engañarte, las rosas,
y fragancias para envolver
la Felicidad...Primorosa.

Pero las puertas se abrieron
y entró la mariposa,
sus alas mecían la hierba
y en el rosal del jardín...Las rosas.
Ponían a tu merced
sus fragancias y sus cosas,
para demostrar al mundo
que la Felicidad es...¿Curiosa?,
siempre y cuando ese mundo
la considere...
en el alma de sus gentes...¡Hermosa!.
Lía
La FELICIDAD es algo tan etéreo como el vuelo de una mariposa, que a la par de sencillo que es... Se convierte en toda una hazaña, en cuantito el mundo se empeña en cambiar de sitio sus cosas.
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